Desde hace tiempo, mucho tiempo, llevo pensando sobre la programación de todas las cadenas de televisión. Es curioso, pero rara es la vez que me quede pegado frente al televisor más de diez minutos. ¿Qué es lo que está pasando? La verdad es que las cadenas de televisión perdieron u olvidaron el significado de los conceptos de ética y sobre todo calidad. Es indignante el continuo bombardeo de telenovelas y programas del corazón que se emiten dentro de la franja horaria estipulada infantil. No digo que nos castiguen a todas horas con reportajes tipo, león se come a ñu o sobre la literatura de los siglos de oro, pero me pregunto donde están esas series de dibujos animados con las que disfrutábamos cuando volvíamos del colegio y con las que nuestra infancia simplemente era eso, infancia. Es triste pensar que las próximas generaciones de niños estarán creciendo con violencia, sexo y con los nefastos y peligrosos programas de cotilleo. El chico de antes soñaba con ser HE-MAN o una de las cuatro tortugas ninjas. Sin embargo ahora, lo único que se les está enseñando son las mil y una formas de ganar dinero fácil y de las formas más degradantes. ¿Creéis que las televisiones se preocupan por la infancia? Lamentablemente NO.
En un estudio realizado por Agrupación de Telespectadores y Radioyentes (ATR) y el Centro Universitario Villanueva, se demuestra que la cadena privada de La sexta, es la que más veces viola el código de autorregulación, exactamente 8,28 infracciones al día. Otro dato interesante que se recoge, es que La 1 y Cuatro son las que más han incrementado el número de infracciones en los seis últimos meses, al pasar de 3,6 y 6,9 al actual 7,8; más del doble en el caso de la cadena pública.
Todos os preguntareis: ¿Qué es el código de autorregulación? Pues bien, este código es un acuerdo suscrito, firmado por todas las cadenas y La Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) desde el 2004. En él que se comprometen unas franjas horarias donde prohibir contenidos no recomendados. Entre otros son considerados no recomendados los de carácter violento, sexual y los relativos a ocultismo o drogas. La franja de protección abarca de 6 a 22 h., y hay espacios "de protección reforzada" (8-9 h. y 17-20 h.), pensados para prohibir "contenidos inadecuados para menores de 13 años". Los fines de semana y los días festivos, como en Navidad o en verano, también implican una "protección reforzada. Lo cierto, es que es un documento con muy buenas maneras, pero todo un fracaso llevado a la práctica. Es curioso como una cadena que ofrece tan poco, sea la que más este denunciada. Efectivamente, la cadena de Emilio Aragón tiene toda una colección de quejas de asociaciones de padres y de protección al menor. Solo al equipo de La sexta se les ocurriría poner en redifusión un programa de late night (Buenafuente) en horario infantil. Es más, la cadena está recientemente expedientada por poner pornografía en el programa de Sé lo que hicisteis. INCREIBLE.
El resto de las cadenas le sigue desde muy cerca. Pero lo que realmente es lamentable es que a esta club se le haya unido la pública. La primera debería de ser el bastión, el baluarte de la televisión de calidad. Es su obligación, como cadena pagada por todos los ciudadanos, de mejorar la calidad de su programación. Pero la crisis y sus grandes pérdidas económicas han llevado a ésta por optar por una televisión donde prime la captación de audiencias sin dilaciones en detrimento de la calidad.
Ante esto, se propone una solución radical que acabe de una vez por todas con estos incumplimientos: que el gobierno obligue a las cadenas a emitir "en negro" tantos minutos como tiempo de infracción cometan. Mas teoría… Lo cierto es, y no quiero ser pesimista, que el futuro de la televisión como el de los demás medios de televisión es demasiado ominoso. Los dirigentes de las cadenas deberían de pensar menos en las audiencias y en el color del dinero y dirigir los medios hacia su verdadero sentido, que es el de formar a la sociedad, dejando que los adultos sean adultos y los niños sean niños. De momento la función de los medios solo se puede definir con una palabra: FRACASO.
El resto de las cadenas le sigue desde muy cerca. Pero lo que realmente es lamentable es que a esta club se le haya unido la pública. La primera debería de ser el bastión, el baluarte de la televisión de calidad. Es su obligación, como cadena pagada por todos los ciudadanos, de mejorar la calidad de su programación. Pero la crisis y sus grandes pérdidas económicas han llevado a ésta por optar por una televisión donde prime la captación de audiencias sin dilaciones en detrimento de la calidad.
Ante esto, se propone una solución radical que acabe de una vez por todas con estos incumplimientos: que el gobierno obligue a las cadenas a emitir "en negro" tantos minutos como tiempo de infracción cometan. Mas teoría… Lo cierto es, y no quiero ser pesimista, que el futuro de la televisión como el de los demás medios de televisión es demasiado ominoso. Los dirigentes de las cadenas deberían de pensar menos en las audiencias y en el color del dinero y dirigir los medios hacia su verdadero sentido, que es el de formar a la sociedad, dejando que los adultos sean adultos y los niños sean niños. De momento la función de los medios solo se puede definir con una palabra: FRACASO.